Que si un pedido de pantallas de 10" para el esperado tablet computer, a la sazón registrado, parece ser, como iSlate (la "iPizarra" en castellano), que si un buen cargamento de cámaras de 5Mpx para un hipotético iPhone 4G de cara al verano, ahora que en España vemos como Telefónica pierde la exclusividad del terminal, o vaya usted a saber que ha salido de la mente del siempre controvertido pero indudablemente visionario Steve Jobs.
¿Y el resto del mundo qué? Pues, el resto de fabricantes parece que han empezado a ver, o si no deberían hacerselo mirar, que el ansiado "iphone killer" es más una quimera que un objetivo real. Quimera no porque el teléfono de Apple sea imbatible, que tecnológicamente está ya superado por la mayoría, sino porque no se puede hacer algo "como el iPhone pero sin que se parezca", que es lo que muchos han venido intentando.
Apple vende una experiencia de uso que engancha y exprime su hardware. Esas experiencias es lo que se verá en 2010, y solo los valientes lo conseguiran. HTC Sense o MotoBLUR son los primeros que han intentado, aprovechando un sistema operativo flexible y potente, ofrecer una experiencia al usuario que puede gustarte o no, pero es una apuesta con sentido, con coraje y con ideas de seguir un camino independientemente de lo que hagan los demás.
También, a raíz de los anuncios de finales de 2009 parece ser el año de la explosión de los sistemas operativos para móvil. Sin miedo a equivocarme mucho, a final de año se verá como de nuevo, hablamos sólo de Android, Windows Mobile y Apple. ¿Por qué? Pues simplemente porque son los únicos rentables para los desarrolladores que ven en sus tiendas una forma de sacar dinero a sus aplicaciones. Esa es la clave del éxito de la AppStore, junto con la facilidad de programar sólo para un dispositivo y no para cientos de procesadores, pantallas o resoluciones, bien visto por Google, que prepara su Nexus ONE, y, aunque sea a trancas y barrancas, por Microsoft al que le ha pasado como en el cuento de la liebre y la tortuga, cuando quiso despertar, los otros dos ya habían pasado la meta y subido al podio.
En definitiva, 2010 arranca con fuerza en medio de una crisis vadeada por unos sectores y a los que otros, como precisamente el tecnológico, parecen inmunes, pero veremos si alguien no se queda en el camino.