Alierta planta cara a los monopolios digitales
Carlos Díaz Güell
Llevaba meses detrás de realizar una denuncia personal y pública y en las últimas semanas se habían producido los primeros escarceos contra los denominados ecosistemas digitales. Todo ello ha supuesto un retroceso en la libertad de elección de los clientes que se ven “recluidos en ecosistemas cerrados” o lo que es lo mismo, en grandiosos monopolios manejados por gigantes mundiales como Google y Apple. Estos se han convertido en actores con posiciones dominantes no reguladas “lo que no es bueno ni para los clientes, ni para los desarrolladores y tampoco para el desarrollo sostenible de la industria”.
César Alierta, presidente de Telefónica, eligió el Mobile World Congress de Barcelona no solo para argumentar que el sector necesita un marco adecuado para impulsar el desarrollo del mundo digital, sino para desenterrar el hacha de guerra contra los nuevos gigantes tecnológicos.
Compañías como Apple, que controla el 92% de la cuota de mercado de los sistemas operativos para móviles y, Google, el 90% del mercado de buscadores, dejan escasos beneficios en la Hacienda española. Ambas empresas declaran pérdidas en España, cuando la compañía de la manzana mordida es la segunda firma con mayores beneficios del mundo, y durante 2012 batió récord de ventas en nuestro país.
La estrategia de los dos grandes monstruos es similar: declarar reducidísimos ingresos en España -a Apple su declaración fiscal le salió a devolver-, para concentrar los beneficios en Irlanda, un país con un tipo impositivo mucho menor.
El mecanismo, técnicamente legal, está amparado por la normativa comunitaria respecto a las sociedades que ejerzan su actividad en varios países de la UE. Google paga alrededor del 3% por sus ganancias en el extranjero, mientras que el porcentaje ronda el 2% en Apple.
Aunque no sea elegante la figura utilizada, un analista equiparaba la situación de España en esta materia con el de un prostíbulo. El país pone la cama y la prostituta, mientras los rendimientos no repercuten ni en el tálamo ni en la meretriz.
Alierta avisaba, en clara referencia a quienes viven en plan parasitario, que no es sostenible invertir más en la subvención de terminales que en redes o pagar enormes cantidades en tasas y espectro, al tiempo que se exige mayor celeridad en el despliegue de redes de nueva generación.
Pero como el movimiento se demuestra andando, según dicen que dijo Diógenes de Sinope, la compañía española está desplegando nuevas redes que son fundamentales para el desarrollo de internet. En este escenario, la nueva estrategia de Telefónica busca reforzar la libertad de mercados y usuarios, como demuestra su anunciado apoyo a Firefox OS, un nuevo sistema operativo para móviles en el que colaboran más de 18 operadoras de todo el mundo. Telefónica lanzará los primeros dispositivos con Firefox OS en el segundo semestre de 2013 en España, Colombia, Brasil y Venezuela.
Los clientes, en opinión de Alierta, quieren un internet abierto, seguro y transparente y el matrimonio entre Firefox y Telefónica puede ser la solución que responda a las necesidades de desarrolladores y usuarios.
Que así sea.